La CN Tower es el gran símbolo de Toronto. Caracteriza su skyline y es la mayor atracción turística de la ciudad. Durante mucho tiempo fue la torre de comunicaciones más alta del mundo y es una de las construcciones más elevadas del continente americano.
En realidad, para el turista no deja de ser más que un enorme mirador desde el que ver la ciudad desde las alturas. Muchos eligen visitarla poco antes del anochecer, para ver el paisaje con la luz del día y- pocos minutos después- disfrutar de la visión iluminada de la ciudad.
En la visita a la CN Tower tenemos la opción de elegir entre dos niveles de altura diferente. El central es el principal y en el que se quedan la mayor parte de los turistas. Cuenta con un amplio anillo principal acristalado que podemos recorrer para ver toda la ciudad y el Lago Ontario. El superior requiere un suplemento y, la verdad, la vista no ofrece mucho más que el nivel central. Apenas unos cuantos metros de altura más.
Para quienes quieran la experiencia completa, cabe la posibilidad también de participar en el Skywalk, donde recorres la torre por la parte exterior de la valla de protección sujeto por arneses. Una opción espectacular, aunque cara y no apta para personas con vértigo.
El precio para subir al nivel central de la torre está alrededor de los 25 dólares. Es cierto que es la gran atracción turística de la ciudad y prácticamente todos los visitantes acuden a ella, pero para mi gusto es un precio excesivamente elevado para lo que se puede ver. También está la opción de adquirir el City Pass, que inclye la entrada a ésta y otras cuatro atracciones.
Quien quiera visitarla podría pensarse también la opción de reservar en el restaurante panorámico. El precio es sólo un poco más alto que el de la entrada sencilla e incluye una comida de bastante buena calidad.
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